lunes, 4 de junio de 2012

Malas tierras



En 1973 Terrence Malick iniciaba su carrera cinematográfica con una maravillosa película: “Malas tierras” (Badlands). La película narraba la historia de una pareja fugitiva que en una concepción alocada del amor dejó un rastro de cadáveres.

Malick tomó esa historia real como base para una cinta para plasmar lo que serían elementos comunes en el resto de su escasa filmografía: la vuelta la naturaleza, la búsqueda de una identidad propia y el cuestionamiento de ésta.

Como Adán y Eva en el paraíso cuestionaron la autoridad de Dios, Holly y Kit deciden rebelarse contra aquello que les aprisiona impuesto por una sociedad que no comprenden. Kit magníficamente interpretado por Martin Sheen, quiere ser un rebelde de “pose” a lo James Dean con el que le encanta ser comparado y para ello no duda en matar, desde la frialdad, quizás desde la inconsciencia o de una inocencia absurda, mientras que Holly se deja arrastrar mirándolo desde una perspectiva distante como si todo aquello no fuera con ella. llama la atención su reacción al asesinato de su padre por parte de Kit o como después de que este mate a una persona le dice “¿crees que se habrá enfadado?”.

Holly interpretada por una genial Sissy Spacek desde su extraña inocencia marca los tiempos de Kit y en el momento en el que se cansa de todo lo que la rodea decide que es momento de dejarlo y lo planta en medio de la peor situación, reclamando su propia libertad ajena a ir anexada a la de él.

Muchos ven en Holly a la manipuladora que lleva a Kit a su terreno, personaje que Sissy Spacek repetiría en “En la habitación” donde con venenosa sutilidad llevaba a su marido a vengar la muerte de su hijo. Como curiosidad en ambas cintas Spacek propinaba una sonora bofetada a quién consideraba culpable de las circunstancias que le tocaba vivir. En “Malas tierras” se la daba a Martin Sheen después del asesinato de su padre y en “En la habitación” se la propinaba a Marisa Tomei que interpretaba a la pareja del hijo asesinado.

Algo que llama mucho la atención de los personajes es esa poca conciencia, ese poco sentimiento de culpa que poseen, la frialdad con la que Kit comete sus crímenes, muchas veces sin motivos y esa mirada indiferente de Holly como si aquello no le planteara ningún cuestionamiento moral. podríamos perfectamente calificar a los personajes de amorales, sin más sentimientos que el que uno tiene por el otro.

Años más tarde el extrabajador de videoclub más famoso del mundo, o sea Quentin Tarantino fascinado por “Malas tierras” y buscando debutar como director, escribió dos guiones que quedaron olvidados hasta que el tipo se hizo un nombre en Hollywood gracias a “Reservoir Dogs” y sobretodo “Pulp Fiction”, películas que convirtieron el nombre de Tarantino en marca registrada y santo y seña de cinéfilos, muchos de los cuales ahora reniegan de él.

Los dos guiones eran “Amor a quemarropa” y “Asesinos Natos” y ambos fueron comprados para llevarlos al cine. Ambos guiones toman elementos de la película de Malick.
“Asesinos natos” de Oliver Stone, película repudiada por Tarantino al considerar que no se respetó su guión y que la modificaciones lo hacían irreconocible, toma como base la misma historia real que inspiró a Malick y en un momento determinado los protagonistas bajo la luz de los focos del coche en el desierto hablan y ella baila. Escena parecida a aquella de la película de Terrence Malick en la que ambos bailan en el desierto iluminados por los faros del coche a ritmo de Nat King Cole, en una de las escenas más bellas no solo de la cinta, sino del cine. Otro elemento coincidente es en el uso de imágenes documentales para explicar la persecución policial a la que los protagonistas son sometidos. Malick lo esboza mientras que Stone lo hiperboliza.

Stone estaba más interesado en denunciar la fascinación de los medios de comunicación por la violencia, por las vísceras y realizaba todo un ejercicio adivinatorio de aquello en lo que la televisión se ha convertido hoy en día.

“Amor a quemarropa” mostraba más elementos coincidentes con la película de Malick, en primer lugar ambas cintas son narradas por la protagonista femenina y en ambas hay una referencia a un personaje famoso comparado con el protagonista masculino. En la película de Malick ella dice que Kit le recuerda a James Dean, mientras que en la de Scott Alabama dice que Clarence se parece a Elvis.

Por otro lado la melodía inicial de “Malas tierras” se llama “música poética” compuesta por Carl Off y la de “Amor a quemarropa” es “You’re so cool” (aunque en la BSO hay dos o tres variaciones de la misma melodía con diferente título) de Hans Zimmer y resulta obvio que el amigo Zimmer copió/plagió/homenajeó la melodía de Orff. Esto lo ilustra y lo explica mucho mejor mi amigo Mr Lombreeze en su blog.

Ambas cintas muestran un viaje por carretera tal y como hace la cinta de Malick, pero si bien Clarece y Alabama en “Amor a quemarropa” componen una preciosa pareja con la cual podemos empatizar y sufrir por ellos debido a sea ingenuidad que tienen, pensando que al final del arcoiris hay una olla de oro, Mickey y Mallory en la cita de Stone son más parecidos a Kit y Holly, matando sin escrúpulos, aunque el cambio de los tiempos es muy patente, así mientras Kit y Holly matan sin moral, sin sentimientos con una especie de inocencia corrompida, Mickey y Mallory se regodean en ello, hacen un show, un espectáculo para el espectador.

Así pues, tres maravillosas película unidas por un hilo conductor que pueden conformar una gran triple velada cinéfila.

1 comentario:

Mister Lombreeze dijo...

Discrepo en considerar "Asesinos natos" como una película maravillosa. Es una patochada con una moraleja de crítica a los medios, al espéctaculo morboso y todo eso que a mí me da risa, amén de que su realización ha envejecido fatal.
Otra cosa son las otras dos, ¡son dos peliculones!. Me encanta el lirismo de Malas Tierras, donde no se da una versión romántica del delincuente (salvo la que esos dos tarados tienen de sí mismos) y me encanta el estilo de género puro de acción/thriller de Amor a Quemarropa cuyos protagonistas son, creo yo, los favoritos para la mayoría de nosotros pues poseen esa cualidad de la que adolecen las otras dos: Alabama y Clarence son la puta escoria de la sociedad, unos putos losers, pero tienen principios morales. Y se tienen el uno al otro.