miércoles, 22 de febrero de 2012

ideología, valores y cine

"El triunfo de la voluntad" de Riefenstahl está considerada como la gran película de la apología del nazismo y sin duda todo un ejercicio cinematográfico de primer orden y teniendo en cuenta el año que se hizo podría considerarse una película genial, pero dado el mensaje que proyecta acerca de la divinización de Hitler y la glorificación de sus ideas, a mi me parece una mierda como un piano.

Muchas veces he discutido y también me he planteado si es justo juzgar una película por la ideología y los valores que proyecta, es decir, valorar la película más allá de sus valores cinematográficos. Y mi posicionamiento siempre es a favor del sí, es decir debo juzgar las películas por los valores o el mensaje que proyectan y eso hará que pueda o no estar de acuerdo con otras personas porque en función de sus ideas pueden tener otra opinión sobre la película.

Alguien me decía que no le gustaba "Up in the air" porque en el fondo lo que estaba contando es que el género humano no está hecho para estar solo y que a él la soledad le encantaba y que creía que ese mensaje era erróneo...podríamos discutir hasta el infinito sobre el tema de la soledad, pero no lo haremos aquí, aunque yo creo que todos estamos perfectamente solos hasta que encontramos aquella persona que nos hace reflexionar sobre la mierda que era nuestra vida antes, aunque como decía Drexler, "tampoco es que estuviera pasándolo mal antes".

Otra persona me decía que no le gustaba "Madres & hijas" porque de ella se extraía el mensaje de que la felicidad de las mujeres se basa en la maternidad y que como ella no pensaba ser madre no comulgaba con la película, más allá de actuaciones, dirección, etc.

Existe mucha crítica hacia las películas que defienden el "Ojo por ojo" es decir la venganza, calificando ese cine de fascista. Desde las películas de Charles Bronson, que suelen tener una calidad muy baja, hasta películas como "La extraña que hay en mi" de Neill Jordan, excelente película donde Jodie Foster daba vida a una mujer que decide vengar la muerte de su pareja. La película es excelente y como un servidor comulga con ese mensaje tiende a estimarla más, mientras que aquellos que no son partidarios del mensaje la critican sin piedad.

A veces el director deja muy claro sus ideas y las esconde con más o menos fortuna, por ejemplo "Semillas de rencor" de John Singleton, donde se rezumaba un odio hacia la raza blanca terrible y los personajes desequilibrados, inseguros o directamente malos son blancos.


Otra veces el director es más inteligente y enmascara más su mensaje como Tim Robbins en "Pena de muerte", película que vista por primera vez parece destilar un mensaje bastante neutral sobre la pena de muerte pero que vista de nuevo y analizando los personajes uno se da cuenta de que aquellos que están a favor de la pena de muerte son un gobernador con intereses electorales, un sacerdote fanático y unos padres cegados por el dolor.


Así pues creo que es lícito tomar postura hacia una película en función de los valores e ideología que proyecta más allá de sus méritos cinematográficos que pueda tener. Como siempre los comentarios son vuestros para decir lo que queráis.

13 comentarios:

fiona dijo...

Pues sí es justo juzgarla por los ideales o valores que desprende, igual que la juzgas por si te ha entretenido, por si te ha hecho llorar, si te ha emocionado...todo cuenta para que una película consiga llegarte y hacerte partícipe...y desde luego, con una película que haga apología del nazismo (por ejemplo) no podría disfrutar nunca, por muy buena fotografía o dirección artística que tuviera.

1besico!

David dijo...

Claro que es lícito.
A mí la de "El nacimiento de una nación" se me hace insoportable porque me parece una racistada tremenda.
Las pelis de "ojo por ojo" pueden gustarme depende cómo me las vendan. Cuando es un western o una peli en la que no queda otra más que la venganza porque el malo es malo-maloso, vale.
Si la peli me lo está contando como asunto a tener en cuenta (es decir, como algo a debatir), no comulgo. Aunque no he visto "La extraña que hay en mí", sí he visto Winchester 73.. Joder! James quiere cargarse a su hermano...pero es que mató a su padre!!! Así que...
Lo interesante es cuando una peli es buena en su aspecto formal y el contenido está tan cuidado o elaborado que aunque no comulgues con él, te haga plantearte el tema de nuevo.
Un saludo.

Mister Lombreeze dijo...

El Triunfo de la Voluntad es una mierda como un piano, correcto. Y todo aquel que consiga verla con ojos estrictamente artísticos y no vomite tras su visionado es un degenerado o un filonazi o un vegetal. Y con Ordet pasa exactamente lo mismo: una película ultracristiana.
No solamente es que sea justo lo que dices sino que es necesario. En verdad es justo y necesario. Es nuestro deber y salvación.
El "qué" es tan importante como el "cómo" y si una de las dos cosas repugna, la obra repugna. Es como la belleza interior y exterior de las mujeres.
Estoy de acuerdo en que la gran virtud de Pena de Muerte es su cuasi perfecto acercamiento objetivo al espinoso asunto que trata. Eso le honra.
Claro, en todo esto hay grados. Yo, por ejemplo, me descubro tolerando El Nacimiento de una Nación pese al racismo que destila y desde luego puedo presumir de antirracista militante. Mis razones son que sé que efecivamente existió un revanchismo de la comunidad negra hacia sus antiguos explotadores blancos tras la Guerra Civil americana. Algo más que comprensible pero, como en todas las revanchas, acabaron pagando justos por pecadores. Con esta "excusa" consigo no vomitar y disfrutar de la polémica película de Griffith que, por otra parte, entendería perfectamente que fuera odiada por toda la comunidad negra de los USA (cosa que es prácticamente así).
Resumiendo: estoy de acuerdo contigo. Y es por ello que no me suelen gustar las películas de von Trier. Las leo y encuentor mensajes perversos. No hay más que recordar el papel del científico en Melancolía.
Con el tema de los justicieros o vigilantes también empatizo, la verdad. Y aunque sé que no es deseable que la gente se comporte así, no puedo asegurar que yo no destripara y asesinara con mis propias manos al violador y asesino de mi esposa o de mi sobrina de 12 años. Y creo que me quedaría tan ancho.

Redrum dijo...

Ya son ganas... Una cosa es valorar una peli y otra disfrutarla. Tengo colegas del PP y otros del Barça, y no les odio.

Un saludo!

Angel dijo...

Redrum amigo, no tiene nada que ver una cosa con la otra...
Yo también tengo amigos del Madrid y no les odio, pero cuando hablamos de futbol sus teorías me parecen absurdas y "una mierda"...y yo una película no la valoro sino la disfruto

Mister Lombreeze dijo...

alaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, jajajja, venga redrum, ¡¡¡ a ver quien la suelta más gorda !!! A tus colegas del PP y del Barsa no les odias porque sus ideas no te repugnan aunque no las compartas del todo. Me costaría mucho creerme que tuvieras amigos que pertenecieran a alguna organización nazi o racista, que fueran talibanes, pedófilos, psycho-killers, violadores y etc, etc, etc. ¿O es que tienes alguno así?. Valor la belleza y eficacia de la inyección letal frente a la de la silla eléctrica es de mentes enfermas.

Redrum dijo...

Estimado Angel, debería odiar profundamente a cualquier amigo que tenga y sea merengue, no lo dude.

Mr.Lombreeze, ya es una cuestión de grado, no? Además, si de algo habla este post es de valorar las cosas como a uno le dé la gana, ¿no? Sinceramente, no sé de qué pie cojeaban Chopin o Bach, pero poco importa en su obra. En una peli es lo mismo... si el fondo no me mola, habrá que ver la forma, etc. Es más, puede que el fondo sea obsceno o reprochable, pero quizás incita a reflexionar, etc.

Mire qué maja la manera de abordar la zoofília que propone Spielberg...

Angel dijo...

Amigo Redrum, una cosa es que Chaplin fuera un pedófilo, lo importante es que eso no traspasara a su obra, es decir que su obra no sea una apología de la pedofilia...si lo fuera su obra sería detestable.

Redrum dijo...

Nada, si usted separa autor de obra, yo separo forma de fondo, cuando me parezca conveniente.

Además, que no siempre van de la mano ambas cosas.

¿En este blog no se respetan las opiniones de los demás o qué? Qué intransigentes...

Angel dijo...

En este blog se respeta a todo el mundo por igual, pero las opiniones se discuten porque nadie tiene la razón absoluta

Mister Lombreeze dijo...

Yo no respeto las opiniones que me parecen una ridiculez ni en este blog ni en ningún sitio (y no hablo de la suya en este caso concreto), otra cosa es que las tenga que tolerar porque me da miedo que me metan en la cárcel y soy amante observador de la Ley y el Orden.

Claro que es una cuestión de grado, ya lo he dicho en mi anterior comentario.

Wagner era un puto antisemita. Por ello despreciamos su repugnante escrito "El judaísmo en la música", pero no hay rastro de antisemitismo en su tetralogía, así que mola.

Por eso quitaron la puta estatua ecuestre de Franco que a lo mejor era muy bonita, pero que daba por el culo verla donde estaba.

Redrum dijo...

Anda, una exposición sobre Leni en mi barrio natal... qué coincidencia!!!

http://t.co/vLinHZY7

Hay opiniones respetables y otras que no, pero mientras se argumenten convenientemente...

Que digo yo... si viendo El triunfo de la voluntad aprendo conceptos cinematográficos, ¿me convierto en nazi? ¿O aprender es malo?

Totalmente de acuerdo en lo de Wagner y con eso, repito, me escudo en defender que la equivalencia entre forma y fondo va y viene... Hay buenos mensajes pasados por una forma detestable, como suele pasar con muchos de los acercamientos al Holocausto.

Mister Lombreeze dijo...

No, no te conviertes en nazi. Si además de aprender de cine se te pone dura, entonces sí. Y yo te pregunto ¿necesitas ver El Triunfo de la Voluntad para aprender de cine?, y yo te respondo: no. Si Leni Riefenstahl no hubiera nacido el mundo hubiera sido un lugar mejor y el Arte se hubiera resentido muy poco. Por qué hay que elegiar a Leni Riefenstahl como modelo de algo con la interminable lista de hombres y mujeres admirables que han pisado nuestro planeta es algo a lo que solamente puedo encontrarle una respuesta: puro esnobismo morboso. Por cierto, me cago en la p**a madre que parió a Leni R. Espero que se esté pudriendo en los infiernos. En 1934, año de El Triunfo, se estrenaron Sucedió una noche, La Patrulla Perdida, L´Atalante y Tarzán y su compañera. Me limpio yo el culo con el documental de la puta nazi de la Leni.