Confieso que tenía ciertos prejuicios ante esta película, sobretodo por cómo la estaban vendiendo, dándole todo el protagonismo a Mario Casas, un tipo al que no había visto nunca en pantalla grande ni en televisión, aunque sabía de su existencia como ídolo de jovencitas y no tanto.
Pero diversas críticas poniéndola bien y una cartelera poco atractiva me hizo decidirme a ver este film de policías y traficantes que incide en la vida personal de los personajes principales siendo salvando ciertas distancias un "Heat" a la española. Respito, salvando las distancias. Pero aún así el drama familiar que presentan los protagonistas, especialmente el del increible Antonio de la Torre (gran actor, sin duda por encima de algunas estrellitas patrias) resulta coherente y muy creible.
Unas cuantas escenas de acción bien rodadas y emocionantes, un reflejo de la corrupción policial, de las envidias entre compañeros del cuerpo, un retrato de la camadería y cómo toda la mierda que uno acaba viendo le acaba afectando en el desempeño de sus funciones, marcan una de las películas españolas más interesantes de la cartelera.
En los últimos tiempos se han estrenado una serie de películas muy interesantes que desmienten muchos de los tópicos acerca del cine español y que merecerían una revisión y mayor atención....pero aún así siempre estarán los que prefieren aburridas cintas orientales o onanismos vendidos con etiquetas de independientes...en fin, que sigan aburriéndose, afortunadamente esas cintas manchan pocas salas de nuestro parque cinematográfico.
1 comentario:
Uppps, qué sorpresa. No me habría acercado a esta película en un millón de años, pero, por lo que dices, podría ser un error. No sabía que andaba Antonio de la Torre por allí, eso es otra cosa. Gracias por el consejo, Ángel.
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